viernes, 14 de septiembre de 2007

Con el permiso de todos, me permito una reflexión personal..



A raíz de la movilización de la carrera de psicología, quisiera hacer un comentario. Más allá de lo que significó el logro de nuestro petitorio y de que los compromisos se cumplan en la fecha acordada, la movilización dio un fruto que no había imaginado y que vino a llenarme de felicidad.
A pesar de todos los cuestionamientos que existen, no sólo en nuestro ciudad, en Chile, en el mundo, hay mucha gente, como yo, que abrazamos la filosofía anarquista como patrón de vida; siguiendo los pensamientos de los autores más clásicos (Bakunin, Kropotkin, Malatesta, Durruti, etc) y dejando de lado otros, que sin mucho fundamento epistemológico, toman caminos que nos alejan de lo que realmente queremos, un cambio social a toda escala.
No pretendemos cambiar el mundo a partir de la violencia, por el contrario, queremos cambiarlo a partir de la solidaridad, del reconocimiento, de la humanidad, de la verdad y sinceridad, del consenso, pero por sobre todo de la libertad. Como dice una chapita que me regalo un camarada "Llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones" y a partir de ese corazón pensamos en un mundo mejor, tolerante y pacífico por sobre todo.
La pasada movilización vino precisamente a reafirmar que es posible ese mundo del que les hablo.
Las negociaciones del centro de alumnos, generaron un parto hermoso. Eran obvias las diferencias entre los alumnos de las diferentes jornadas y como diferencias respetables aún cuando podrían no ser compartidas, y como consecuencia de ello, lo más lógico era que cada nivel fuera representado por un propio centro de alumnos. Ahi viene lo hermoso, la forma en que se tomó la decisión de elegir el centro de alumnos vespertino.
Fue un parto natural, no fue necesario general una discusión al respecto, se dio por consenso. No fue necesario hacer leyes, estatutos para delegar la responsabilidad de la representación en algunos, fue en base al querer representar, no hubieron vencidos ni vencedores, sólo los deseos de que estos nuevos camaradas nos representen bien.
De eso se trata la anarquía que planteo, de generar espacios de participación, de ganar representatividad, sin patrones, sin leyes, sólo con la confianza mutua y con el deseo de hacer bien las cosas, de esa forma se obtiene el respeto y colaboración de los otros y en la medida que las gestiones sean exitosas, se sumaran otros compañeros de carrera.
No queda más que agradecer a los compañeros que asumieron la responsabilidad de la representatividad, desearle exito en su gestión que es la gestión de todos, ofrecer toda mi colaboración en lo que se me requiera. Gracias por reafirmar que el mundo nuevo que llevamos en nuestros corazones, es de todas formas posible, entrando en el sigo XXI.
Glen E. Lizardi Flores.
Psicología Vespertino
VIII Semestre.

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